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31 marzo 2011

ADMINISTRACION PUBLICA


ASI FUNCIONA LA ADMINISTRACION PÚBLICA
ALL OVER THE WORLD


ALEX  GREY





COSMIC  CRIST

 
GAIA

 
OVERSOUL



LOVERS


BIRTH

 

MAN



DYING





30 marzo 2011

RELAJATE SENCILLAMENTE

Este es un ejercicio ideal, para aquellos momentos en los que hemos sufrido mucho estrés o presión, como por ejemplo tras un duro día de trabajo, un examen importante, etc.

Está indicado para que te tranquilices, una vez llegues a casa, y no permitas que la mente siga analizando y dando vueltas.

Si lo deseas, lo puedes realizar con la habitación a oscuras y los ojos cerrados. Una música agradable y un poco de incienso pueden ser utilizados para favorecer tu relajación. Respira profundamente las veces que necesites para eliminar toda la tensión de tu cuerpo y ve relajándolo desde los pies a la cabeza. Tómate el tiempo que necesites.

El ejercicio consta de dos partes y lo harás tumbado y con los ojos cerrados de la siguiente manera.:


PARTE PRIMERA

• Respira lo más profundamente que puedas tres veces Después lleva tu atención a tu pies. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.

• Sigue subiendo llevando tu atención a través de la tibia, peroné y rodillas.

• Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.

• Sigue subiendo llevando tu atención a través de los muslos, pantorrillas, genitales, glúteos y cintura.

• Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.

• Sigue subiendo llevando tu atención ahora a través del abdomen, pecho, espalda, hombros, brazos y manos.

• Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.

• Sigue subiendo llevando tu atención a través de tu cuello, músculos de la cara, cuero cabelludo, y finalmente mente.

• Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.

• Vuelve a respirar profundamente tres veces y siente como eres un todo que pesa y se relaja; pesa y se relaja.




PARTE SEGUNDA

• A continuación imagina una luz muy dorada y brillante que comienza a introducirse en tu mente.

• Esa luz es totalmente revitalizante, de manera que siente como te despeja la mente y calma todas las ansiedades.

• Visualiza como esa luz va bajando por tu cabeza, a través de tu cuello, hombros, espalda, brazos y manos, pecho, abdomen, cintura, glúteos y genitales, pantorrillas y muslos, rodillas, tibia y peroné, tobillos y finalmente pies.

• Tómate todo el tiempo que necesites para que esa luz inunde todas esas partes de tu cuerpo y las revitalice, despeje y equilibre.

• Cuando hayas llegado a los pies imagina y siente como la luz hace que estés todo dorado, sale a chorros por las plantas de los mismos, y comienza a moverlos poco a poco. Ve moviendo todo el cuerpo lentamente hasta ir desperezándote del ejercicio y finalmente abre los ojos.

• Después levántate y estírate, especialmente la espalda.

Practícalo siempre que lo desees y pronto comenzarás a ver los resultados.

29 marzo 2011

29M96. Egal was passiert!


Du weiss was Ich schreibe.
Du kannst Mich jetzt verstehen.
Das geht über Die Hutschnur.
Ich schreibe was Ich spüre.
Ich spüre einen tiefen Kummer.
Ich fühle es mit Leib und Seele.
Bis nachher!

SOBRAOS DE COMPÁ!



Mozart group

MANUAL LENGUAJE NO SEXISTA

Usamos letras para hacer palabras.
Usamos palabras para construir un mensaje.
Usamos el mensaje para comunicar.

28 marzo 2011

UNA HISTORIA


  1. LA PERSONA QUE LLEGA A TU VIDA EN CADA MOMENTO ES LA CORRECTA
  2. LO QUE TE SUCEDE ES LO UNICO QUE PODIA HABERTE SUCEDIDO
  3. EN CUALQUIER MOMENTO QUE COMIENCES ES EL CORRECTO
  4. CUANDO ALGO TERMINA, TERMINA

27 marzo 2011

CENTROS ENERGETICOS CHAKRAS



Los principales siete centros de energía, invisibles e inmensurables, situados en el cuerpo humano.

Sajasrara
Trascendencia
Conocimiento interior
Amplitud de conciencia
Conexión con el Universo y otros planos
Canalización de energía universal

6ºAgñá
Intuición y voluntad espiritual
Visión global del mundo y la vida
Imaginación y anhelos
Conexión de las ideas

5º Vishuddha
Capacidad de expresar nuestras ideas
Decir claramente la verdad
Expresión y creatividad
Crecimiento

Anajata
Centro de encuentro
del cuerpo, la mente y el espíritu
Equilibrio con la naturaleza
Centro de la autoestima
Amor a nosotros mismos
Centro de la sanación
Respiración
Compasión

3º Manipura
Actividad mental
Centro del ego y poder personal
Regula la fuerza vital del cuerpo
Energía a nuestros sueños y objetivos
Nos permite entrar en acción
Alimento/Digestión
Propia libertad

Suadhisthana
Sociabilidad
Reproducción
Sexualidad

Muladhara
Es la energía en el plano físico y realidad material
Enraizamiento Madre Tierra
Origen de la pasión
Instinto de supervivencia

26 marzo 2011

25 marzo 2011

ORGULLOSO DE DONDE SOY Y VENGO

El andaluz no te llama por teléfono: te pega un telefonazo

El andaluz no dice hola: te dice ¡¡¡quepaZa!!!

El andaluz no se cae: se mete un ostión

El andaluz no se lanza: se embala

El andaluz no bebe mucho: se pone ciego

El andaluz no es que no lo entienda: es que no lo coge

El andaluz no te da la espalda: te manda al carajo

El andaluz no te llama la atención: te dice "Andevas!!!!!"

El andaluz no molesta: da por culo

El andaluz no golpea: te da de ostias o te parte la cara

El andaluz no trabaja a tiempo parcial: echa una mañana o una tarde

El andaluz no se impresiona, dice: LA VIRGEN!

El andaluz no sufre de diarrea: se caga por la pata abajo

El andaluz no va rápido: va a carajo sacao

El andaluz no duerme: se queda sobao

El andaluz no se ríe a carcajadas: se descojona

El andaluz no pide que lo lleven: pide que lo acerquen

El andaluz no es un presumido: va hecho un pincel

El andaluz no es un insensato: es un soplapollas

El andaluz no es buena persona: es buenagente

El andaluz no es despitado: está perdío

El andaluz no es un gandul: es mu peeeerro!

El andaluz no pierde el tiempo: esta perreando

El andaluz no dice tardaré en bajar: dice ahora bajo si eso

El andaluz no esta cansado: esta reventao

El andaluz no ve a una chica fea: ve un cardo borriquero

El andaluz no te dice que estás equivocado, te dice "de que va tonto laba"

El andaluz para decir que sí no niega dos veces; niega tres:"¡no, ni ná!"

El andaluz no se enfada: se rebota

Al andaluz no le sale algo mal: se le va tó a tomar por culo

El andaluz no se enfada: tiene guasa!

El andaluz no es sencillamente genial: El andaluz es la polla

EL SUICIDIO DE UN SER QUERIDO

VIVIR EN LA PERDIDA

¡Yo he vivido dos y media! Y es la primera vez en mi vida que hablo por escrito de ello y por ellos. Hace tiempo que quería hacerlo… y empecé el borrador hace un mes. Al final se ha convertido en este largo artículo… más, que la vida de algunas personas. Si quieres lo lees.

La mayoría de los suicidios tienen lugar durante una crisis depresiva. El suicida siente un dolor emocional que se le hace insoportable, se siente desesperado, piensa que nada cambiará en el futuro, que no puede contar con nadie que le dé su apoyo y no ve más salida a su sufrimiento que la muerte. Sin embargo, estas personas no quieren dejar de vivir; lo que verdaderamente quieren es dejar de sufrir, pero su estado mental depresivo les impide pensar en otras soluciones, estando su pensamiento centrado en los aspectos negativos de su vida, sin ser capaces de tener en cuenta los positivos. Esta memoria selectiva es un síntoma de la depresión, no de quienes son ellos.

El suicidio no se elige; sucede cuando el dolor es mayor que los recursos para afrontarlo. A lo largo de nuestra vida aprendemos diversas formas de solucionar los problemas. Algunas personas tienen más recursos de afrontamiento que otras.


La muerte por suicidio deja tras de sí muchas preguntas: ¿por qué lo hizo? ¿Podíamos haberlo evitado? ... Por más que lo intentas, no consigues entender las razones que le llevaron a quitarse la vida. Procura no atormentarte demasiado buscando el porqué, y con el tiempo algunas respuestas irán saliendo a la luz.

Es frecuente también un sentimiento de vergüenza, que lleva a no querer hablar de las circunstancias de la muerte. Algunas personas necesitan mucho tiempo solamente para pronunciar la palabra suicidio. Seguramente te invade también un sentimiento de culpabilidad. Te puedes sentir mal por algo que dijiste o hiciste. La sensación de culpa es algo perfectamente normal después de una muerte de estas características. Uno se reprocha el no haberse dado cuenta de lo mal que estaba... y suele quedar una fuerte sensación de no haber sabido cuidarle. Piensa que con el tiempo, pasarás simplemente a lamentar algunas cosas del pasado, y que llegará el día, en que sólo quede un sentimiento de impotencia ante la muerte.

Después del suicidio de un ser querido, puede ser natural sentir mucha rabia y enfado hacia la persona que te abandonó (¡Cómo has podido hacerme esto!), hacia Dios que no hizo nada por impedirlo, y hacia todos los que han podido contribuir directa o indirectamente en la realización de esta acción desesperada. La rabia es un sentimiento pasajero, y como tal, irá disminuyendo. Mientras tanto, busca formas positivas de canalizar tu cólera, sin autocastigarte y sin herir inútilmente a otras personas.

Si tu ser querido era una persona depresiva o había realizado varios intentos de suicidio es muy natural que se den a un mismo tiempo sentimientos aparentemente contradictorios: por un lado una gran tristeza por su pérdida, pero también un gran alivio porque todo ha terminado; ya no habrá que preocuparse más porque lo peor, lo más temido ya ha pasado. Convivir durante años con una persona que sufre así es muy doloroso para todos.

Recuerda que no pudiste elegir por él o por ella, y que la decisión del suicidio fue enteramente suya. Acepta también que a pesar de lo que hayas podido decirle, tus palabras no han tenido nada que ver con su decisión.

A medida que la tormenta de emociones vaya calmándose, surgirá poco a poco la aceptación. Date tiempo para llegar allí, un duelo por suicidio necesita más tiempo para sanar. Se paciente contigo mismo y verás el día que aceptes su elección.

El sufrimiento puede enseñar a dar un nuevo sentido a la vida, a cambiar tus valores y tus prioridades. Quizás ahora te parezca imposible, pero irás encontrándote mejor, serás capaz de perdonar, y llegara un día en que podrás decir que la vida continua y que te sientes feliz por estar vivo.

En duelo después de un suicidio.

Como seres humanos nos cuesta aceptar que somos mortales, y cada vez que la muerte nos golpea, parece como si fuera la primera vez.

Cada duelo es único. No hay jerarquías en el mundo del dolor. Cada uno vive su duelo a su manera.

El proceso dependerá de las relaciones afectivas previas con el difunto, de las circunstancias de la muerte y de la forma de ser del que se queda. Dependiendo de cada caso, el “trabajo de duelo” que es necesario realizar será más o menos difícil, más o menos largo.


Cuando se trata de un suicidio, se ponen en juego determinadas circunstancias que pueden llevar a la persona en duelo hacia dificultades particulares. La muerte parece que ha hecho trampa: se ha llevado a alguien a quien todavía no le había llegado la hora. Se trata de una muerte para la cual uno generalmente no se ha podido preparar, y en la que el propio fallecido es el autor. El suicidio se vive como una trasgresión de las leyes naturales, una trasgresión estigmatizada desde antiguo por la sociedad, las leyes y las religiones.

La persona en duelo se va a ver inmersa en una situación especialmente agotadora. Agotadora porque no comprende, porque duda incluso que haya podido ser así, porque se rebela contra Dios o contra el destino, contra el hecho mismo del suicidio. Agotadora porque se siente culpable “si lo hubiera sabido, si me hubiera dando cuenta, si…si…si…”. Se puede sentir también asediada en cualquier momento por las imágenes traumáticas de la muerte. Quizás no encuentre tampoco en su entorno la ayuda que hubiera recibido de tratarse de una muerte por accidente o enfermedad.

El suicidio de un ser querido provoca un estado de shock emocional, especialmente si no existía ningún indicio de que pudiera ocurrir. Este estado puede durar horas, días, incluso más tiempo.

Todos dicen: “Es como si me hubiera caído el mundo encima, como si el mundo se hubiera parado. Me siento como anestesiado, como si esto no me estuviera pasando a mí”. No es posible por el momento asimilar todo el dolor, toda la carga de emociones.

Esta muerte tan repentina, tan dramática, tan violenta sumerge durante un tiempo en un estado de intensa perturbación a todas las personas cercanas al fallecido.

El suicidio es vivido como un autentico seísmo. Pero pasado esos primeros momentos, estas reacciones perfectamente naturales y compresibles, darán paso al trabajo de duelo, un tiempo largo y doloroso, pero también necesario.

¿Tenía derecho a suicidarse?

Es imposible la respuesta a esa pregunta… por lo menos, mientras estemos con vida.

Nadie comprende lo que ha pasado. Todo suicidio tiene su parte de misterio. Para comprender a la persona que se ha suicidado tendríamos que ser ella. Y ni siquiera en ese caso, ya que ni ella misma sería seguramente consciente de la causa profunda, incluso secreta de su sufrimiento.

Todo lo que podemos decir es que se ha suicidado porque estaba en un estado de sufrimiento tal que la vida se había vuelto intolerable.

Para poner fin al sufrimiento, para que éste cesara, no encontró otra solución que quitarse la vida.
Querer comprender más allá, solo sirve para torturarse, es hacerse preguntas que corren el riesgo de no encontrar jamás una respuesta. La crisis suicida puede tener varios significados; obedece a varias causas, es evolutiva y se vive en lo más íntimo de la persona.

Admitir que la persona que se ha suicidado se ha llevado con ella su parte del misterio, y que más que juzgarla, se trata de esforzarse en aceptar que no podremos nunca comprenderlo todo.

Poder mantener hacia ella nuestro aprecio y nuestro amor es superar ya una etapa, y es una señal de que el duelo evoluciona adecuadamente. De lo contrario, se tendrán infinitos deseos de reunirnos con él, en caso de suicidio esto es particularmente cierto.

La persona en duelo está en un estado de gran sufrimiento. El que ha muerto nos ha indicado con su conducta que existe una “puerta de salida” a la angustia. Nos ha mostrado de alguna manera un ejemplo, al que podemos estar tentados seguir.

Aguijón de escorpión.

Es frecuente encontrar en uno mismo semejanzas con la persona fallecida; tenemos tendencia a identificarnos con ella: “nos parecemos tanto”. Hemos podido estar tan unidos a esa persona, que pensamos que no podremos vivir sin ella. Estos sentimientos suelen ser un terreno abonado para que crezcan en nosotros ideas suicidas.

Estos deseos no tienen nada de excepcional. No tienen que asustarnos.

Suele ser habitualmente una fase temporal dentro del camino del duelo que irá cediendo poco a poco con el paso del tiempo.

Después de un suicidio no nos identificamos solamente con aspectos negativos de la persona fallecida, podemos también hacer nuestros ciertos rasgos físicos y/o cualidades morales del que ya no está. Es una de tantas maneras de conservar los recuerdos y prolongar la historia de la familia.

No puedo creerlo. “¡No, no es verdad, no, no es posible!”. La primera actitud ante la muerte es el rechazo. Esta es una reacción universal y normal.

¿Podemos aceptar el suicidio? ¿Cómo no vamos a rechazarlo con todas nuestras fuerzas? Hasta muchos años después, en determinados momentos, nos puede resultar todavía difícil de creer: “¿no habrá sido solamente una pesadilla?”.

Pero por otro lado, es imposible negar la terrible realidad. En algunas personas, el rechazo de la realidad del suicidio no cede con el tiempo, se agrava y puede llegar a convertirse en un estado de negación permanente. El trabajo de duelo se bloquea y puede aparecer una depresión prolongada y otras complicaciones. El rechazo y la negación hay que respetarlos entendiéndolos como signos de un gran sufrimiento. Normalmente van cediendo con el paso del tiempo.

Siento mucha rabia. El suicidio provoca rabia. Es normal sentirse enfadado, enfadado con el destino “es injusto morir así”, enfado hacia todos aquellos que consideramos de alguna manera responsables, enfado hacia la sociedad, a veces hacia Dios “¿cómo ha podido permitir semejante tragedia?”.


La rabia y el enfado pueden dirigirse también hacia el propio fallecido. El suicidio puede vivirse como una traición, como una falta de amor, como una falta de responsabilidad, como una debilidad: “Cómo ha podido hacer esto”.

La rabia es una reacción habitual en el duelo después de un suicidio. Si no nos permitimos vivir hasta el final este sentimiento cuando aparece, corremos el riesgo de que surja de nuevo más adelante complicando el duelo.

La rabia suele aparecer mezclada con otros sentimientos como la pena, el amor, el apego. Por eso la persona en duelo suele buscar la manera de reprimirla, de taparla, al considerarla “inadecuada”, cuando en realidad es una emoción normal y en absoluto reprochable.

Cualquier duelo importante y especialmente después de un suicidio, puede menoscabar nuestra confianza en la vida y en el futuro: ¡ahora puede pasar cualquier cosa!. Con cada dificultad que aparece, la persona en duelo suele tender a esperar lo peor. Con el paso del tiempo este miedo a vivir se va atenuando.

Siento vergüenza. Aunque casi todas las religiones reprueban el hecho del suicidio, ya no condenan como antes a la persona que se suicida. En otro tiempo, quitarse la vida era considerado una trasgresión de las leyes sociales y religiosas. Desde los orígenes de la humanidad el suicidio ha sido considerado como una mala muerte, creándose distintos rituales de purificación para el grupo social. En la Iglesia Católica, los funerales para personas que se habían suicidado están admitidos desde 1963.

Todo esto muestra que existe un halo de vergüenza que rodea al hecho del suicidio. Esto puede contribuir a que la familia, en un entorno muy conmocionado por esta muerte, no encuentre todo el apoyo que hubiera podido necesitar. Es más, hoy todavía se oculta ante el resto de los familiares, amigos y sociedad en general.

“Me siento culpable de no haberme dado cuenta, de no haber sido capaz de percibir alguna señal de alarma, de no haber estado presente en el momento oportuno…” Los sentimientos de culpabilidad suelen ocupar una gran parte de las vivencias de cualquier persona en duelo. Son más intensas cuando se trata de una muerte por suicidio, y todavía más intensas si cabe cuando se trata de una persona joven.

Es frecuente dejar de lado todos los buenos recuerdos, así como todo lo que hemos hecho de bueno y positivo por esa persona. Es perfectamente natural, que no se nos pase por la cabeza la posibilidad del suicidio cuando una persona cercana está pasando por un mal momento, y menos todavía si no lo menciona para nada.

Solo a posteriori podremos encontrar sentido o explicación a palabras y comportamientos de la persona fallecida, que de ninguna manera hubieran podido ser interpretados de la misma manera en aquel momento.

Ha dejado de sufrir. A menudo el suicidio ocurre después de un tiempo, a veces muy largo y agotador, de dificultades de todo tipo, tanto para la persona que se suicida como para su familia y allegados. Otras veces el suicidio ocurre de manera brutal e imprevista, haciendo el duelo especialmente difícil.
El suicidio de una persona depresiva, a menudo después de varias tentativas más o menos graves, es una experiencia muy dolorosa y desgarradora, pero que suele acompañarse también de un sentimiento de al menos ahora ya no sufre más, que ya ha descansado.

Todos los que han vivido y sufrido con él y por él tanto dolor, experimentan también un sentimiento de alivio con la muerte. Es un sentimiento generalmente difícil de aceptar en su propio corazón, y especialmente difícil de expresar delante de otros. Este sentimiento de alivio puede aumentar también la culpabilidad.

Es normal sentir alivio después de cualquier experiencia difícil. Eso no significa un menosprecio a la persona fallecida, simplemente deja constancia de que lo vivido ha sido especialmente duro.

¿Cuánto sufre? ¿Qué se dice?
“Este sufrimiento es tan intenso, tan profundo. Sufre mi cuerpo, mi corazón, mi alma, todo mi ser sufre. Es natural que me duela, le quería tanto”.

“Me siento vacío, agotado, todo se me hace un mundo; cualquier cosa me exige un esfuerzo para en que no tengo fuerzas. No tengo apetito, no consigo dormir bien…”

Este dolor tan intenso, aunque es normal, resulta muy duro de llevar en el día a día.

Este cansancio y esta sensación de agotamiento se suman al propio sufrimiento por el dolor de la pérdida y constituyen lo que se llaman síntomas depresivos del duelo. En todo duelo importante hay que atravesar por esta fase depresiva. Esta suele ser más intensa y prolongada después de una muerte por suicidio.

“Físicamente me encuentro cada día peor y no encuentro sentido a mi vida”. En esta situación no es raro descuidar la propia salud, enfermarse con más facilidad, incluso tener ideas negras.

Guardarse todo para uno no es la mejor solución en estos momentos. Desahógate, llora, grita … Deja que las emocionen salgan, no las pares, que digan lo que tiene que decir, déjalas salir hasta que te vaya pudiendo el cansancio, descansa entonces.

Al luchar contra el sufrimiento solo consigues aumentarlo y prolongarlo. Es mejor no resistirse al dolor, abandonarse a él.
Nadie puede comprenderme.

Después del suicidio de un ser querido un doloroso sentimiento de soledad se puede ir apoderando poco a poco de nosotros. Los más cercanos tienen tendencia a replegarse sobre ellos mismos y a vivir la enorme pena que sienten en familia, desligándose sin darse cuenta de la vida social que llevaban hasta entonces.

Otros familiares, los amigos, los vecinos no saben muy bien qué hacer, qué decir.

Sin embargo suele ser reconfortante encontrar personas que te demuestran su preocupación y su deseo de ayudarte sin ni siquiera habérselo pedido. Hasta parece que esas ocasiones todo sea más fácil. La mayoría de las veces las personas quieren ayudar pero no saben cómo. No se atreven, tienen miedo de herirte, y terminan muchas veces por no hacer ni decir nada.

El suicidio es una forma de violencia.

El suicidio es una violencia extrema, ya que incluye a sujeto pasivo y activo. La persona que se suicida ejerce sobre sí misma una violencia que destruye su cuerpo, maltratando su imagen, su identidad. Inconscientemente ejerce también violencia en las personas que ama, infringiéndoles una herida profunda e imborrable. ¿Y al alma, que daño le hace?.

Tenemos que vivir con esta violencia que parece se haya quedado grabada en nosotros. Si hemos encontrado el cuerpo, y especialmente si este estaba lesionado o desfigurado, nos pueden asaltar imágenes traumáticas. Estas imágenes pueden aparecer también aunque solamente nos hayan relatado lo sucedido.

Estas imágenes, que pueden aparecer igualmente en los sueños, constituyen a veces un obstáculo en la evolución del duelo. Cada vez que pensamos en la persona que se ha suicidado estas imágenes irrumpen en nuestro pensamiento y en nuestro corazón. Solamente con el paso del tiempo, y si hemos podido hablar de ello, otros pensamientos y recuerdos más felices irán sustituyendo a éstos.

Es necesario llegar a poner palabras a estas imágenes traumáticas y si es posible expresarlas a una persona de confianza para poder avanzar adecuadamente por el camino del duelo.

¿Para qué una investigación si todos sabemos que se ha suicidado?

En este tipo de muertes el juez suele ordenar una investigación. Esto podemos vivirlo como un dolor añadido. Yo lo viví durante cinco largos días…

Esta investigación permite saber con certeza las causas de la muerte, precisar las circunstancias que la rodearon y eliminar otras posibles hipótesis. En las semanas siguientes pueden surgir muchas preguntas, a veces incluso de manera obsesiva. Le damos vueltas a lo que pasó justo antes de la muerte y nos pueden asaltar las dudas. El resultado de la propia investigación suele disiparlas.

El cuerpo de su ser querido tiene que ser trasladado a un servicio de medicina forense para que se le realice un examen o una autopsia. El cualquiera de los dos casos se trata de un examen médico donde prima siempre el máximo respeto al cuerpo de la persona fallecida. Estos exámenes son también necesarios para confirmar las causas de la muerte y permiten asimismo apreciar la existencia de posibles enfermedades.

Hablar de ello, ¿te sirve? ¿con quien?
La actitud más natural sería hablar primero con la propia familia, con aquellos que sentimos más cercanos. A veces esto no es posible, bien porque existen tensiones o conflictos anteriores, o bien porque cada uno busca de alguna manera con su silencio proteger a los demás.

Podemos hablar entonces con un amigo de confianza, alguien que pensemos que pueda escucharnos con interés y delicadeza, sin juzgarnos ni a nosotros por lo que decimos y sentimos, ni tampoco a la persona fallecida.

Podemos también hablar con un profesional de confianza. El nos escuchará y podrá orientarnos, si es necesario, hacia algún especialista. También podemos hablar con un guía espiritual.

Por último, podemos hablar unidireccionalmente… por ejemplo, escribiendo este artículo.

¡Dedicado, sobre todo, a mi ángel de la guarda!
Por algo me elegiste.
Uff!

MADRE TERESA DE CALCUTA dice:


Siempre ten presente que la piel se arruga
el pelo se vuelve blanco
los días se convierten en años
pero lo importante no cambia
tu fuerza y tu convicción no tienen edad
tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña

Detrás de cada línea de llegada
hay una de partida,
detrás de cada logro hay otro desafío

Mientras estes vivo
si extrañas lo que hacías
vuelve a hacerlo
no vivas de fotos amarillentas

Aunque todos esperen que abandones
tú nunca dejes que se oxide el hierro que hay en tí

Haz que en vez de lástima
te tengan respeto

Y por último,
cuando por los años no puedas correr
trota
cuando no puedas trotar
camina
cuando no puedas caminar
usa el bastón...
¡pero nunca te detengas!

Cuando todo vaya mal
se vea sombrío el porvenir
y no tengas las fuerzas para seguir
no eches tus quejas al viento
busca a quien pase por un peor momento

Una palabra de ánimo
una sonrisa y un gesto amable
te volverán la vida más agradable
al echar una mano a quien lo necesita


Solo vivimos una vez.
No hay tiempo de tener miedo.
Entonces basta.
Haz algo que nunca hiciste.
Atrévete.
Olvídate que te están mirando.
Intenta la jugada imposible.
Corre el riesgo.

No te preocupes por ser aceptado.
No te conformes con ser uno más.
Se tu mismo.

CREE SOLO EN TI

24 marzo 2011

LA MUERTE


Hablar de la muerte se considera tabú o de mal gusto. Al muerto se le encajona, se le acristala, se le tapa, se le camufla con flores y olores. Sin embargo un hecho tan cercano y propio del ser humano necesita ser entendido para saber vivir mejor.

Muertos o moridos.

La sinceridad infantil es la primera fuente de aprendizaje que los mayores despreciamos con necedad. Si se pregunta a un niño ¿qué es la muerte?, ¿qué le ha pasado a la mamá de Bambi?, la respuesta es un claro: no sé. En cambio si un niño pregunta a un adulto, ¿por qué se ha muerto mi abuelita? Las respuestas suelen ser variopintas. Oscilan desde la evasión de la respuesta hasta la hipótesis del cielo-limbo-purgatorio-infierno.

La muerte está condicionada en los adultos por la presión cultural. Y no es lo mismo en Oriente que en Occidente.

Hasta ahora, y permítanme el ejemplo, debido a los recientes acontecimientos del desastre en Japón, por primera vez se está haciendo uso del enterramiento en modestos ataudes... y quien dice que no quedará perpetua para muchos. ¿Jode el tránsito del alma japonesa? ¿Volver a exhumar para incinerar? ¿Cuando descansa el muerto? ¿Cultura, Tradición, Superstición?

La ausencia de seguridades en la educación de un niño que descubre la muerte, se convertirá en una carga de angustia de muerte, cuando se haga adulto, fruto de unas explicaciones pseudológicas y patéticas, tan poco esclarecedoras y aparentemente inofensivas.

El niño es sincero y responde desde su conocimiento un claro no sé o "no sabo". El adulto da respuestas estándard más vinculada a la creencia que se sabe. Son interpretaciones compartidas con otros adultos que surgen de las mismas premisas, diferentes al solo y honesto "conocer". Si se propone educar acerca de la muerte, se trata de evitar la explicación desde la angustia.


La educación actual no prepara para la muerte.

Daniel, de seis años de edad, está enfadado con su hermano Javier (de cuatro años) porque no viene a jugar con él. Sus padres le han dicho, que su hermano ha muerto y ha ido al cielo. Pero Daniel no acepta su ausencia, siente miedo y sentimiento de culpa, y cree que Javi no viene porque ha sido malo. También deduce que no viene su hermano porque no le quiere ya, porque si le quisiera de verdad, vendría.

Esta desesperanza y la negación a aceptar que una ausencia pueda ser definitiva es común en los niños, rasgos que permanece en los mayores que cubren la falta de la persona querida, con ritos o guardando objetos evocadores.

¿Pero es oportuno introducir todo lo relacionado con la muerte en las etapas más tempranas de la educación?

Ante una experiencia trágica vivida por un niño, se puede hacer bastante más que consolarle o dejar pasar el tiempo, para que el problema se vaya solucionando más o menos solo, con jarabe de tiempo... Se deben enseñar los rudimentos de todos los saberes adultos desde los primeros años.

La educación infantil es la más rica y creativa en cuanto a realizaciones y se debería comenzar a afrontar en esta etapa todos los temas de nuestra naturaleza. ¿O acaso no hay relaciones evidentes entre muerte, ciclos biológicos, educación ambiental, sexual...? Si desde las aulas no se incluye el tema de la muerte desde un contenido global y ordinario, no se estará enseñando a vivir completamente.

Los niños juegan y hablan de la muerte… y en videojuegos desde muy temprana edad.

Los niños tienen miedos y temores, uno de ellos es el miedo a la propia muerte. Depende de la edad.

Los niños menores de cinco años no son capaces de formarse un concepto de la muerte, su percepción del tiempo y del espacio es muy limitado, en ellos prima el miedo de separación a la madre.

Los comprendidos entre seis y diez años muestran un mayor miedo a la mutilación y por último, son los mayores de diez años los que presentan un miedo elevado a la muerte. Pero estos miedos son reforzados por el entorno cultural. Son miedos socializados.


Los niños hasta los seis años de edad juegan a representar la muerte. Es el fruto de la observación. Se "duermen" como hace el rey Mufasa en la película el Rey León. El estado de sueño es la primera identificación con la muerte. Primera diferencia vida/muerte igual a dinámico/estático.

También el concepto de ciclo vital, de edad que avanza, que se envejece comienza a calar en los niños.

En los juegos y primeras interpretaciones de la muerte hay grados. No es lo mismo que se muera una planta que un animal. No es lo mismo morirse de manera permanente que revivir una vez terminado el juego. No es lo mismo que se muera alguien próximo que alguien que se percibe lejano al propio mundo de las vivencias. Es decir, no será igual que se muera un indio que un vaquero, un tío de Granada o papá.

El niño comienza a asumir la realidad de la muerte y se defiende de ella a través de su creencia de que es capaz de influir sobre esa realidad. Los niños pequeños descubren la muerte en su medio físico y social. La buscan por sus causas y la superan con rituales llenos de magia y fantasía. Son juegos de salvamento y resucitación mediante los cuales las heridas y los muertos se curan.

Mediante estas simbolizaciones se superan egocentrismos, la culpabilidad se transforma en solidaridad y se comienza a elaborar el desarrollo de capacidades, como las de ayuda, compasión, ponerse en el lugar de otro...

Tarde o temprano la realidad se impone, tanto para el niño como para el adulto, y se comienza a asumir la realidad de la muerte.

En el niño hay estadios de adaptación de esta realidad que escapa a su control. Estas fases de aceptación son parecidas en los niños y en los enfermos terminales antes de asumir maduramente el hecho irreversible de la muerte.


Cuando la realidad se impone, una forma de afrontarla con éxito total es asegurándose mediante un contrato de vida. Una niña, Julia de 3 años, excepcionalmente consciente de la idea de que todas las personas tienen que morir, también su madre, entra en depresión y falta casi dos semanas al colegio: no come, llora, se queda en la cama, hasta que la madre que conoce la situación, le promete no morirse nunca. La respuesta es inmediata: la niña se levanta y come lo que no había comido en tres días.

El establecimiento de las causas de la muerte también posee mucho interés para el niño. Al familiarizarse con los efectos y causas de la muerte, el niño pretende vestirla de realidad cubriendo así la ansiedad y el miedo que sus fantasías y fantasmas le llenaban. Esto ocurre porque el conocimiento le da seguridad y aumenta su capacidad de razonamiento lógico.

Además de las causas de miedo ligadas al desarrollo del niño, hay que contar que en la mal llamada "sociedad de bienestar" y consumo, los medios son fuentes de miedos. Pensamos en aquellos programas de impacto que deben su éxito a la cantidad y variedad de accidentes que presentan. México es todo un país ejemplo de ello.

En una época en que reina la imagen, y por ello el movimiento de la razón hacia lo superficial, lo efímero, la idea de muerte como concepto básico, como realidad, se va trasvistiendo de representaciones que nunca llegan a atrapar su verdadero significado.

Lo primero es la coordinación y coherencia para no entrar en contradicciones y pactar una versión.

La sinceridad y evitar el engaño es decisivo. Dar una versión falsa carece de utilidad y sentido( se ha ido de viaje, etc..). Permitir la expresión natural de sus emociones, sin estimularlas (tú lo que tienes que hacer es llorar), o reprimirlas (no llores más); ayudando a interpretarlas y a expresarlas.

Lo más adecuado es afrontar la realidad de forma tranquila, para favorecer desde la serenidad, el transcurso de las posibles fases de elaboración y aceptación de la experiencia de vacío y pérdida por parte del niño.

En situaciones extremas como es la percepción directa del cadáver (que en edades tempranas no conviene llevarlas a cabo) pero que circunstancialmente puede darse de duelo directo, se recomienda como lo más natural y educativo hacer el esfuerzo de continuar integrando hasta el último momento al fallecido en la familia, contando con la participación del niño, y siguiendo las siguientes pautas:
  • Si el niño expresara su deseo de verle, el proceso debería revestirse de naturalidad, desde la libertad de los padres y el niño .Dejarle elegir, y respetar no sólo su palabra sino sus gestos dándole mucha importancia. Puede llegar a ser una experiencia intensa, y aunque inevitablemente triste, una tristeza disfrutada.
  • Deben acompañar al niño en este trance personas cercanas entrañables. Los padres si están en las mejores condiciones de serenidad o tranquilidad.
  • La oportunidad es buscar un momento de tranquilidad, si es posible de soledad ante el cadáver. Puede pedirse que nos dejen a solas con el niño y que no se interrumpa durante unos minutos para evitar interrupciones o interferencias o contaminaciones, con escenas de lloros o situaciones parecidas.
  • Reconocer que el fallecido está tan dormido como la Bella Durmiente, como Blancanieves, tan dormido que ya no nos puede mirar, no nos puede hablar, no respira, porque está como en el más profundo de los sueños.
  • Despedida, ya que si el abuelito, tío, vecina... ya no nos oye, podemos decirle adiós nosotros, expresar lo que quiera, quejarse, llorar, hablar bajito.
  • Si el niño llegara a despedirse se habría conseguido la primera fase de aceptación de realidad de la muerte.
Introducir en los campos educativos un tema como este es sin duda controvertido. Pero, la muerte como la vida entera ha de entrar en las escuelas y trabajarse en ellas desde la naturalidad y el rigor derivados de una buena formación. ¿O es quizá demasiado tarde para algunos? ¿Podría ser demasiado tarde para nuestra educación?

El inicio de esta nueva era puede ser el umbral de enterrar tabúes.

Antes ya se hizo algo parecido con la educación sexual, cuya polémica era -y sorprendentemente sigue siendo- objeto de escándalos en escuelas y colegios, y de artículos y debates en medios de comunicación.

La diferencia básica con la educación para entender la muerte es que la sexualidad es sonora, porque versa que es tratada constantemente por la imaginación y la falta de imaginación del ser humano, y el placer es popular.

En cambio la muerte, asociada al dolor, es tan poco deseado como tema, y oscurecido por creencias y ritos. La medicina, religión, psicología paliativa, filosofía y literatura se han apoderado de ella. Ya va siendo que se le de una oportunidad a la educación.

Si usted lector ha llegado hasta aquí, es que ha superado esa primera impresión ancestral y es una esperanza para afrontar de otra manera la muerte.

Ahora, después de este largo artículo… le dejo para que descanse en paz.

AGUA DEL DIABLO


Quien me ha visto y quien me ve... tomando leche de alpiste, agua cardamomo, nopales, etc... y ahora: AGÜITA DEL DIABLO.

La Chía es un cereal precolombino que estuvo a punto de desaparecer y que vuelve con más fuerza que nunca debido a su altísimo contenido en nutrientes. ¡Es oro vegetal!

Origen de la Chía
La chía (Salvia hispánica L.) es un cultivo anual originario del sudoeste de México y Noroeste de América Central. Los pueblos asentados en esas regiones la consumen desde los tiempos precolombinos, siendo parte preponderante de su nutrición diaria.



Usos y aplicaciones de la Chía
  • Entera en las comidas diarias mezclada con otros alimentos y emulsionada con agua como bebida refrescante
  • Molida en harina integrando medicinas
  • Prensada para obtener su aceite, utilizado luego como base para pinturas cosméticas tanto para el rostro como para el cuerpo
  • En la guerra fue indispensable por su condición energizante
  • Para pagar los tributos anuales que los aztecas exigían a los pueblos conquistados
  • Fue ofrecida a los dioses en las ceremonias religiosas
La Chía estuvo a punto de desaparecer. La conquista española reprimió a los nativos, suprimió sus tradiciones y destruyó la
mayoría de la producción agrícola intensiva así como el sistema de comercialización existente. Muchos cultivos que mantuvieron una posición preponderante en las dietas de la América pre-colombina fueron eliminados por su estrecha asociación con la religión y tal vez por su incapacidad de adaptarse a las condiciones climáticas europeas, siendo reemplazados por otras especies foráneas (trigo, cebada, etc.) de gran demanda.

De los cuatro cultivos principales, el maíz y los porotos, fueron excepción; y hoy son dos de los más importantes de la humanidad.


La ciencia moderna ha llegado a la conclusión de que las dietas precolombinas eran superiores a las actualmente consumidas en la misma región; y la Chía, que sobrevivió sólo en pequeñas parcelas en áreas montañosas escarpadas del sur de México, Guatemala y Nicaragua. Ahora vuelve, quinientos años más tarde, a recobrar su papel protagonista en la nutrición humana.

VENTAJAS Y PROPIEDADES:
  • Es la mayor fuente vegetal de ácidos grasos y Omega-3
  • Contiene aminoacidos, antioxidantes, proteínas, minerales y fibra
  • No tiene gluten, ni sabor ni olor
  • Aporta energía
  • Controla el colesterol y tensión arterial
  • Tiene efecto saciante
  • Ayuda al tracto intestinal y la digestión
  • Ayuda a controlar el peso
  • Bajo contenido en sodio
  • Ayuda a la salud cardiovascular
  • Favorece el desarrollo muscular y regeneración de tejidos
  • Mejoran la actividad cerebral y procesos emocionales
  • Regula niveles de azúcar. Ideal para diabéticos
  • Favorece al sistema nervioso e inmunológico
  • Apto para personas de todas las edades
  • Bajo contenido en sodio
  • Es muy barata

Beneficios nutricionales de la semilla de Chía

Aceite y ácidos grasos
La chía contiene entre 29-33 % de aceite. Este aceite tiene el mayor porcentaje conocido (62-64 %) de ácido graso alfa-linolénico, ácido graso de la familia de los Omega-3. Se ha demostrado científicamente que las grasas Omega-3 juegan un rol fundamental en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, en el desarrollo y mantenimiento de nuestro sistema nervioso, en la regulación de los procesos inflamatorios y en la prevención de ciertos tipos de cáncer.


Fibra dietética
La semilla de chía contiene un alto porcentaje de fibra dietética (38 %). El 5% de ese porcentaje es fibra soluble. Su consumo trae aparejado los siguientes beneficios: mejoramiento del tránsito intestinal, regulación de la glucemia postprandial, disminución de la absorción de colesterol y de sustancias cancerígenas, desarrollo de una buena flora bacteriana.


Antioxidantes
La chía tiene un elevado contenido en antioxidantes. Los más importantes son el ácido clorogénico, ácido cafeico, quercetin y kaempferol. Se ha demostrado que los flavonoles tienen actividades antioxidantes, anti-inflamatorias, anticarginógenas, antivirales, antimutagénicas, y de agregado antiplaquetario.


Proteínas
Esta semilla posee alrededor de 20 % de proteínas. Los aminoácidos de la chía no tienen factores limitantes en una dieta para adultos, lo que significa que ésta puede incorporada en las dietas humanas, y mezclada con otros granos, con el fin de producir una fuente equilibrada en proteínas. Las proteínas de la semilla de chía, a diferencia del trigo, avena, cebada y centeno, no contienen gluten.


Vitaminas y minerales
La semilla de chía es una buena fuente de vitaminas del complejo B (niacina, tiamina y ácido fólico) y vitamina A. Además contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro, zinc y cobre. Otra ventaja es el muy bajo contenido en sodio que tiene esta semilla.


¿Como consumir la semilla de Chía?
La semilla de chía tiene un muy alto contenido de fibra que no puede ser atacada por nuestras enzimas digestivas; por lo tanto, y para aprovechar al máximo los nutrientes de la semilla, es mejor consumirla molida. Se puede moler en un mortero, en un molinillo de café o empleando una procesadora eléctrica. Dos cucharadas soperas de Chía molida cubren las necesidades humanas diarias de Omega-3.


La chía puede ser agregada a cualquier alimento o bebida ya que no altera el sabor original de los mismos. Se puede incorporar en sopas, ensaladas, salsas, guisos, pasteles, junto a cereales de desayuno, en yogures y hasta en amasados.

Con todo lo buena que es, en centroamérica se hace una bebida que las mamás dan desde pequeño y la llaman: AGUA DEL DIABLO.

23 marzo 2011

SIN CLASE MEDIA


TERRITORIO SIN CLASE MEDIA

Hace dos días se presentaban datos oficiales que son espeluznantes en este territorio:

  • Censo de población México 2.010 = 112.336.538 personas
  • Censo de pobres México a 1/3/2.011 = 62.000.000 personas, es decir, el 55% del censo nacional.
  • Censo de ricos México a 1/3/2.011 = 10.000.000 personas
  • Clase media-baja = 30.000.000 personas
Según estas cifras, más de la mitad de la población censada en México es pobre.

Según ese censo... pero es que no todo el mundo en México está censado. El control estadístico de la población, sobre todo indígena y que es un gran número fuera de las grandes urbes, no es 100% real. Es decir, que a los más de 112 millones de censados en México, hay que sumarle un gran número de no censados + población inmigrante sin papeles... lo que incrementaría mucho más el dramático dato de pobreza en este territorio.

El grave problema de este territorio no es la economía ni la inseguridad ciudadana, aunque los datos indican que el 11,9% de los fallecimientos en este lugar son muertes violentas. México solo tiene un problema: LA EDUCACIÓN; y todos los demás, son derivados de ese.

Seguimos con datos oficiales del Inst. Nacional de Estadística y Geografía:

  • Población de 5 años y más escolarizada: 30,4%. Impresionante, 2 de cada 3 mexicanos es analfabeto por decisión del gobierno y de sus padres. ¡Qué vergüenza!
A la vista de estas cifras, se puede afirmar que México es un territorio en estado primario. La clase media es prácticamente nula. Los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres. Todo debido a los desastres económicos, a los desvíos de fondos del gobierno, a la corrupción y al narcotráfico.

La clase media es el instrumento más poderoso de cambio social. Este territorio necesita un gran bloque de clase media.

A menos clase media, más comportamiento extremo, donde los sufridores son las mujeres y los niños, de pobres y ricos. Y en términos económicos, la clase pobre mueve solo dinero negro dentro del territorio, y la rica, mueve el mismo dinero pero fuera del territorio (en paraísos fiscales); por lo que en ambos casos, no se generan ingresos de tasas y tributos para el Estado. Y sin una buena base de tributación, no se puede crear la "sociedad de bienestar".

Por eso, mi querida presidenta, debe usted enfocarse en consolidar este estrato social, ese gran bloque, la clase media.

22 marzo 2011

UN PENSAMIENTO UNA ORACION


LETRA:

"Bus junelo a purí golí e men arate sos guillabela duquelando palal gres e berrochí, prejenelo a Undebé sos bué men orchí callí ta andiar diñelo andoba suetí rujis pre alangarí."

Es una adaptación poética al caló del siguiente pensamiento:

"Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor".

MEDIDAS GUBERNAMENTALES ANTI CRISIS

MEDIDAS ANTI CRISIS EN ESPAÑA


BURKHAbarba

Dicen que Marruecos anda movidito... también por el efecto dominó que se está viendo en todo Oriente Medio, todo un ejemplo de búsqueda de libertades.


Mi querida Presidenta, deberás luchar contra más de cuatro barbas y algún calvo...

21 marzo 2011

MANO LENTA

Dícese de Eric Clapton.
Pero, ¿alguien me puede decir si la mano de Mark no es más lenta que la de Eric?
Alucina con este clásico, ese punteo y falseta (como dirían en mi tierra) al final del tema... ¿de donde salen tantas notas con una mano tan quieta?
Que lo disfrutes con el volumen a tope!!!

AMOR ETERNO ATLANTE

20 marzo 2011

FELIZ OSTARA

¡EL AMOR ES LEY!
¡EL AMOR ES VÍNCULO!
¡QUE ASÍ SEA!